Vivienda para jornaleros, infraestructuras urbanas o diversificación agroindustrial: los elementos del plan de Ribera para Doñana

El Gobierno central está dispuesto a ofrecer viviendas para trabajadores y jornaleros en las tierras de Doñana, mejorar las infraestructuras urbanas en las localidades de la zona y diversificar las actividades en el sector agrícola y de agroindustria como parte del paquete que prepara dentro de la negociación con la Junta de Andalucía para buscar una alternativa al plan para ampliar regadíos en el parque natural que durante meses ha tenido enfrentadas a ambas administraciones. Dentro del mismo, la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha hablado también de seguir cerrando pozos ilegales y también otros que sean legales para "recuperar lo antes posible el Parque Nacional".

Ribera ha desgranado este martes en el Parlamento Europeo algunos elementos del "volumen muy importante de recursos" en el que trabaja el Gobierno central para intervenir en Doñana. En una comparecencia ante su comisión de Medio Ambiente, ha reiterado que "no va a haber más agua" para regar en Doñana, de modo que "es imposible prometer aquello que no está disponible". Ya que la solución para Doñana, ha dicho, "no se puede estar solo vinculado a la extensión de regadíos", esta deberá estarlo con "el producto que sale de lo que es legal".

Según ha dicho, el plan es invertir para recuperar el ecosistema y también para contribuir al "desarrollo económico y social en este territorio" con otras actividades entre las que, según ha enumerado, se encuentra el equipamiento urbano y las alternativas agrícolas y agroindustriales en la zona de Doñana.

Ribera se ha referido al estado de la negociación con la Junta en respuesta al eurodiputado socialdemócrata esloveno Milan Brglez, que le ha pedido "actuar" para proteger Doñana, aunque desde una percepción que se todavía mantenía en el conflicto durante meses entre el Gobierno y la Junta y sin tener en cuenta que a principios de octubre Ribera y el  presidente andaluz, Juanma Moreno, decidieron enterrar el hacha de guerra y comprometerse a negociar una solución, que debería llegar en cuatro semanas.

Queda la mitad de este plazo y mientras que el gobierno andaluz mantiene la discreción total sobre la marcha de los contactos con Transición Ecológica, Ribera ha dejado entrever algunos elementos del pacto para garantizar el desarrollo de Doñana alternativo a extender derechos de riego a tierras que de todos modos no se podrán regar, porque no hay agua.

"Ha sido un caballo de batalla muy importante en política doméstica pero he de decir que tras las últimas conversaciones con el presidente de la Junta, y así lo transmitimos públicamente, se ha activado un compromiso de trabajar no solo por la protección del entorno natural", ha respondido la vicepresidenta al eurodiputado esloveno. 

El Gobierno y la Junta, ha añadido, están ultimando un paquete de medidas dentro de las que su Ministerio "ha identificado un volumen muy importante de recursos para hacer un programa muy extenso que afecte desde a vivienda para trabajadores y jornaleros, infraestructuras urbanas, mejora y diversificación de actividades del sector agrario y la agroindustrial vinculado".